lunes, 29 de junio de 2009

PACIENCIA PIOJO, QUE LA NOCHE ES LARGA...


Cuando hablamos de paciencia, nos viene a la mente algo así como una actitud que los humanos tenemos para soportar cualquier contratiempo, dificultad o inconveniente que no va de acuerdo a nuestros planes y a nuestra forma de esperar algo. Si pensamos en el significado desde una perspectiva filosófica, sería algo así como la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre, no se deja dominar por el. Por lo cual, podemos decir que la paciencia está muy relacionada con la fortaleza, así mismo se puede aseverar que todo aquel que es paciente se va haciendo fuerte poco a poco, mientras que el que ya es fuerte, sabe ser siempre paciente. El ser paciente requiere de un incremento en la fuerza cuando ésta, por lógica natural, decae. Si lo analizamos desde el aspecto de fé y de acuerdo a nuestra convicciones cristianas o de cualquier religión, la paciencia es algo así como la espera confiada en la intervención de Dios, una entrañable relación de la perseverancia con la esperanza.



Siempre me pregunto porque nos cuesta tanto ser pacientes, no importa que sea desde el aspecto laboral, económico, social, emocional, sentimental, en fin, desde cualquier aspecto, estamos siempre apurando al tiempo, apurando las emociones y apurando no solo al marido, al novio, al hijo, sino al fulano de al lado, del frente o de atrás que no se mueve y que no sabe que tenemos prisa, que estamos listos, que necesitamos correr de un lado a otro para ganarle tiempo al tiempo. Como se nota que no estamos preparados para tener paciencia, para desconectarnos de todo lo que nos afecta y para desengacharnos de todo aquello que resquebraja nuestro mundo y todo lo que hay alrededor.



Como bien lo puse en el título de este artículo, este dicho es muy cierto si lo analizamos literalmente, se imaginan a ustedes decirle a un piojo que no se chupe toda la sangre nuestra enseguida que se adhiere a nuestro cuerpo; como si el pobre supiera que la noche tiene muchas horas...ja! Pues así mismo nos pasa a menudo cuando suceden muchas cosas que nos afectan profundamente nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro corazón, nuestro cuerpo, en fin nos mueve todo lo que somos en ese momento, y estamos listos para entrar en conflicto, para ser reyes y reinas en territorio hostil y para ser más soldados que líderes.



Por supuesto que lo más prioritario es que se nos olvida relajarnos y mucho menos nos recordamos de que existe el yoga, como bien dice mi madre, el yoga es muy importante para hacer meditación porque de esta forma ayudamos a despejar el pensamiento, alejar ideas que nos molesten, y nos ayuda a encontrar la paz. Así que si queremos relajar nuestra mente y nuestro cuerpo manos a la obra, tenemos que ponernos en posición de loto, agarrarnos la punta de los dedos y entrar en el famoso Ouhmmmmm... Hasta el famoso Dalai Lama decía: "Practiquen la meditación. Es algo fundamental. Una vez que se le disfrute, ya no se le puede abandonar, y los beneficios son inmediatos." y también expresaba: "La tolerancia y la paciencia son mucho más profunda y efectivas que la mera indiferencia."



La paciencia es un asunto de nosotros mismos, de querer ser mejores personas, de querer crecer en nuestro interior y querer encontrar la paz, por lo que me vienen nuevamente a mi mente dos reflexiones muy importantes del Dalai Lama que dicen así: "Para crear una paz interior, lo más importante es la práctica de la compasión y el amor, la compresión y el respeto por los seres humanos. Los más poderosos obstáculos para ello son la ira y el odio, el temor y el recelo. De modo que, mientras la gente habla de desarme en el mundo entero, cierto tipo de desarme interno es prioritario." y la otra que dice así: "Todas las grandes religiones son básicamente lo mismo, ya que todas buscan la paz mental y la bondad, pero es muy importante practicar esto en nuestra vida diaria. No únicamente en la iglesia o el templo."



Así que pienso yo que en resumidas cuentas, todo esto nos dice que hay que hacer el amor y no la guerra. Nada fácil este asunto, ya que siempre estamos a la orden para formar la discusión, el argumento, la pelea y el "toca aquí, toca cara". En la mayoría de los casos, pensamos y actuamos algo egoístas, todo lo de nosotros es primero que lo de los demás, primero yo, segundo yo, tercero yo y así seguimos. Confucio decía que debemos cultivarnos con el fin de tratar bien a los demás. Tratar con los demás no es el fin, sino ascender a un nivel más alto. Confucio tomaba la fidelidad, el respeto, la humildad y la fiabilidad como premisas para ser un hombre noble. Un hombre noble puede llegar a la "bondad" por la autocrítica y tratando a otro con bondad y paciencia.



Como ven, la paciencia es una virtud nada fácil pero tampoco imposible, y se puede lograr en unos cuantos pasos sencillos: aprovechar el tiempo en planear y hacer cosas que merecen nuestra atención, aprender a respirar profundamente a través de la meditación y lograr la relajación con actividades que nos gustan. Si te enfrentas a la impaciencia con alma y corazón, tratando de entender que estás dispuesto a esperar, pienso que esta es la llave para evitar la ansiedad que produce la espera... No lo crees así?
JeanTdeP